Guillermo Söhrens, realizador y director, en Universidad UNIACC: “Hoy el cine es posible hacerlo desde todas las veredas”

El 14 de junio, en el Auditorio de Universidad UNIACC, en Avenida Salvador 1200, Providencia, se exhibió el largometraje “La Isla de los Pingüinos”, obra dirigida por Söhrens, quien también fue uno de los guionistas. En la ocasión, Söhrens, junto al director de fotografía de la cinta, Gustavo Uribe -también egresado de la mencionada Escuela-, efectuaron un conversatorio con los asistentes, junto al académico Abelardo Martínez.

Hacer una película es como estudiar una carrera, es algo que te demora varios años, compartes con muchas personas y pasas por distintos procesos. El aprendizaje que tuve fue inmenso”, asegura el egresado de las especialidades de Cine y Guiones de la Escuela de Comunicación Audiovisual, Guillermo “Guille” Söhrens.

En la cinta, producción de Salmón Cine, el guion también fue trabajo de Javier Muñoz y Javiera Moraga, exponentes de la especialidad de Guiones de Universidad UNIACC. Además, uno de sus protagonistas fue Germán Díaz, titulado de Teatro y Comunicación Escénica.

“La isla de los pingüinos” se estrenó el 10 de mayo en diferentes salas del país. La cinta está basada en la movilización estudiantil secundaria de 2006, conocida popularmente como La Revolución Pingüina. En octubre de 2017, la película fue seleccionada para la Competencia Nacional del Festival Internacional de Cine de Valdivia.

Otros exponentes de Universidad UNIACC que participaron en su realización fueron los titulados de la especialidad de Cine, Álvaro Anguita, Ana Belén Asfura, Eduardo Gana, Ulises Moya y Pablo Ramírez; la titulada de la Escuela de Diseño, Javiera Reyes; el titulado de la Escuela de Música y Sonido, Andrés Valdebenito; y la profesional de la Escuela de Animación Digital, Antonia Pizarro, como productora.

-Guillermo, ¿cómo surgió la idea de esta película?

De la necesidad de contar lo que me estaba pasando en ese momento, que tenía que ver con las movilizaciones estudiantiles que me tocaron el 2006, 2011, 2013 y 2015. Surge la necesidad de contar una historia que pasaba conmigo, pero que también era la historia de toda una generación (…) Si bien no es un panfleto político, es una película muy política.

-¿Qué aprendiste con esta experiencia?

Me hizo tener discusiones muy grandes sobre política y sociedad con los guionistas, con el elenco, con el equipo de producción, sobre qué nos pasa a nosotros como sociedad, cómo vivimos la adolescencia, o cómo son nuestros ideales y en qué creemos. Hacer la película fue un trabajo fue muy social de hablar sobre los temas importantes, de lo que pasa en el país.

-¿Cuál consideras es tu misión como director de cine?

Haber tenido la posibilidad de entrar a una universidad donde me dieron herramientas y donde conocí a amigos que me permiten estar contando historias, es una responsabilidad en la que ya me comprometí y no puedo salir: que es contar historias que sean importantes y que signifiquen algo.

-¿Qué significa para ti volver a tu casa de estudios?

Volver a la Universidad, al Auditorio, ha sido muy especial, porque acá fue donde presentamos nuestras primeras películas, nuestros primeros ejercicios y cortos. Fue una instancia muy bonita poder entregar (“La Isla de los Pingüinos”) a los estudiantes que hoy están en UNIACC y que quizás puedan sentirse inspirados por esta película -que surgió desde la pasión y de un proyecto de título- para hacer sus propias cosas.

-¿Cuál consideras ha sido el principal aporte de tu formación académica?

Lo más importante que me dio la Universidad para hacer ‘La Isla de los Pingüinos’ fue conocer a las personas con las que la hice. Por ejemplo, a Gustavo Uribe, Pablo Ramírez, Germán Díaz, Belén Asfura, Andrés Valdebenito, todos de distintas carreras. Fue algo muy especial, porque armamos un grupo con el que estamos haciendo hartas cosas y fue gracias a que desde segundo y tercer año empezamos a hacerlas. Todos aprendemos del otro y ha sido un crecimiento conjunto muy rico el que hemos tenido desde hace ya una década que nos conocemos.

Yo no soy un iluminado que está haciendo películas y que nadie más puede hacer. Invito  a todos a que hagan las suyas y que si los puedo ayudar en algo, los ayudaré. No se sientan limitados por la edad, por dónde están o por dónde viven, porque hoy el cine es posible hacerlo desde todas las veredas y es necesario que haya puntos de vista distintos e historias distintas.

Universidad UNIACC