Jaime Atria, docente de Universidad UNIACC y jurado en Pulsar: “En las artes, una misma cosa puede ser amada u odiada”

El académico es nuevamente uno de los jurados de los Premios Pulsar 2018, en la categoría “Mejor Arte de Disco”, en la que en este año participan artistas como Diego Lorenzini, Jorge Catoni y Pititore, entre otros.

Me sirvió mucho la experiencia del año pasado como jurado en Pulsar, porque me di cuenta que ante un mismo elemento gráfico, estético, o creativo, se producen divisiones en el jurado, las que tienen que ver, por ejemplo, con su escuela, con su generación, con su experiencia de vida, o con ser diseñador o publicista”, comparte el director de la Escuela de Publicidad de Universidad UNIACC, Jaime Atria.

La competencia es organizada por la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD), teniendo como objetivo central “reconocer lo mejor de un año en todos los géneros musicales”.

Además de la música en sí, hay otros elementos en los que se juntan razas estéticas distintas, como las gráficas, lo audiovisual y todos los géneros musicales. Pulsar reconoce a los artistas no necesariamente solamente desde el punto de vista comercial, por lo que existe un reconocimiento amplio. Quienes votan son los músicos, por eso que es parecido, en criterio, a los Premios Oscar”, detalla Atria.

Respecto del aprendizaje que le han generado experiencias como Pulsar, la autoridad académica destaca que “así te das cuenta que hoy el concepto de arte es muy abierto. Lo que a mí me parecía algo estéticamente correcto, para muchos otros jurados era lo contrario, y me encontraba con gente defendiendo portadas de CD que para mí eran indefendibles, directamente feas”.

Con la interacción generada en el ejercicio de elegir un ganador, Atria destaca que “aprendí que algunas cosas que yo podía considerar como incorrectas, podían ser correctas. En el espectro de las artes, y en específico en la publicidad, una misma cosa puede ser amada u odiada, sean marcas, eslóganes o comerciales. Lo que hay que hacer es ampliar el espectro”.

El publicista y músico comparte que al ser jurado en Cannes, en 2002, “me encontré con un caso en que le puse muy mala nota a algunas gráficas que ganaron Oro, porque las encontré muy feas. Eso se vincula con convicciones, con tu cultura, con lo que tú desde chico estimaste que era bueno o era malo”. La campaña en cuestión fue desarrollada por la agencia Publicis Barcelona, para Nike.

Al final, en el desarrollo o involución del arte, como quieras mirarlo, empieza a ampliarse ese rango de lo que es correcto o incorrecto (…) De hecho, crear desagrado o alguna otra emoción fuerte también puede ser parte del objetivo comunicacional del arte”, destaca.

Con todo, aunque Atria admite que “independiente de que yo voy a seguir evaluando las cosas desde el punto de vista que me parece más apropiado para la publicidad y la comunicación masiva, obviamente también hay que abrir el otro ojo para decir ‘Espérate, esto dice algo’”.

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