Un viaje musical lleno de color, tensión dramática y belleza envolvente. Así fueron los dos conciertos ofrecidos por la Orquesta UNIACC-Eufonía, que repletaron de emoción y aplausos la Iglesia San Crescente y el Teatro Cultural de San Joaquín, con una interpretación vibrante de obras del compositor ruso Nikolái Rimsky-Korsakov.
Bajo la dirección del maestro Sebastián Silva, las y los músicos lograron una conexión única con el público, especialmente en la interpretación de Shéhérazade, una obra que, más de un siglo después de su creación, sigue maravillando con su fuerza narrativa y riqueza orquestal. El repertorio también incluyó Obertura Rusa, en una puesta en escena que hizo latir los corazones al ritmo de cada compás.
Ambas presentaciones —una con entrada liberada y otra con aporte voluntario— formaron parte del segundo programa anual de la Orquesta Sinfónica UNIACC, iniciativa impulsada desde Universidad UNIACC y la Corporación Cultural Eufonía para acercar la música sinfónica a nuevos públicos y activar espacios culturales con propuestas artísticas de excelencia.
El llamado de UNIACC fue claro: desconectarse de la rutina, salir del celular por un momento y entregarse por completo a la experiencia artística. Y el público respondió con entusiasmo. Familias, estudiantes, vecinos y vecinas de San Joaquín aplaudieron a la orquesta en ambas jornadas, confirmando que el arte sigue siendo una vía poderosa para encontrarnos.
La Universidad UNIACC, a través de este tipo de actividades, continúa reafirmando su compromiso con la creación, el acceso cultural y la formación integral de profesionales sensibles, críticos y conectados con su entorno.
En UNIACC, la música no solo se escucha: se vive.
