Ciberfeminismo en la educación virtual

Columna de opinión

En una era globalizada es crucial promover una visión de género en el diseño y desarrollo de diversos contenidos curriculares y recursos virtuales: ciberfeminismo. Conoce la Dirección de Género y Diversidad de Universidad UNIACC.

El desarrollo de recursos virtuales no sexistas en plataformas educativas en las cuales se imparte la educación virtual, es un elemento clave en la formación universitaria además del desarrollo profesional de las mujeres.

El feminismo ha trabajado durante mucho tiempo para evitar que las mujeres sean vistas como objetos pasivos. A la fecha el patriarcado ha sido una poderosa barrera para las mujeres en todas las revoluciones tecnológicas.

De esta manera el talento femenino sólo puede expresar todo su potencial de una forma sesgada, reducida y mediada, a menudo incluso protegida por circunstancias particularmente afortunadas.

Ciberfeminismo: tecnología y género

Si bien toda persona puede disfrutar de las ventajas de Internet: trascender el tiempo y el espacio y escapar de las limitaciones del cuerpo físico, escapar de la “carne” como predica la ciberfeminista Sadie Plant, en un medio supuestamente democrático y no jerarquizado.

Ciberfenismo surge de una fusión de dos palabras las cuales son “ciberespacio” y “feminismo”, utilizado por Sadie Plant y un grupo de artistas australianas VNS Matrix con el fin de describir el trabajo de las feministas relacionadas a las tecnologías de internet y ciberespacio.

Avanzando a la década de los años noventa surge una visión más bien optimista por parte de los movimientos feministas existentes, respecto al contexto tecnológico y su desarrollo. 

Precisamente acá, existe la tangente que atraviesa la curva, lo que en ingeniería se denomina punto de inflexión, la obra de Donna Haraway  “Manifiesto para cyborg” (1995),  una corriente de energías optimistas frente a las tecnologías, de hecho  en septiembre de 1997 se celebró el Primer Encuentro Internacional Ciberfeminista.

Hablar de Cyborg es pensar en un mito político, este mito va a reunir elementos de feminismo, socialismo y materialismo, por tanto, los cyborg están presentes en la vida de cada sujeto, son parte de la realidad misma.  

Cyborg   tiene que ver con la confusión de fronteras, la transgresión de ellas, a lo cual Donna Haraway indica tres rupturas limítrofes, lo humano y animal, organismos animales, humanos y maquinas, lo físico y lo inerte.

“Las máquinas de este fin de siglo han convertido en algo ambiguo la diferencia entre lo natural y lo artificial, entre el cuerpo y la mente, entre el desarrollo personal y el planeado desde el exterior y otras muchas distinciones que solían aplicarse a los organismos y a las máquinas. Las nuestras están inquietantemente vivas y, nosotros, aterradoramente inertes.” (Haraway, 1995: 258).

Esto conlleva a plantearse un nuevo dialogo entre el ciberfenismo y la educación virtual, que permita una participación activa de estudiantes en una amplia comunidad de aprendizaje, en la cual se incorporen dinámicas diversas que permita desarrollar destrezas para resolver problemas, tomar decisiones e involucrarse en una construcción de un espacio sostenible.

Este espacio educativo, es ideal para comenzar a dialogar y construir un feminismo educativo tecnológico, para ello debe plantearse propuestas que inviten a eliminar el androcentrismo.

ciberfeminismo
Las propuestas son las siguientes:
  • Establecer una alfabetización digital sostenible que involucre estrategias para aminorar el sexismo y que ello no signifique una transferencia de aspectos básicos técnicos sin duda esenciales, sino más bien elementos sustantivos que implique aprendizaje y enseñanza como un fiel reflejo de la calidad de un modelo educativo bien implementado.
  • Deconstruir aquellos constructos androcéntricos, en los cuales se cita al hombre como un sujeto de referencia en una realidad virtual además de la imposición patriarcal que figura no solo en el lenguaje, sino que en todos aquellos elementos existentes que forman parte de la educación virtual, para ello debe cambiar la forma como se transmite y transfiere la información y formación.
  • Implementar estrategias ciberfeministas de forma positiva, que ello signifique utilizar TIC como herramienta de formación, liderazgo, empoderamiento, que facilite no solo los aprendizajes, sino que entregue espacios de igualdad en todo ámbito.
  • Desarrollar contenidos en las plataformas educativas dedicadas al ciberfeminismo, así como herramientas y recursos pedagógicos que permitan generar identidad. Las TIC deberían incorporar un cambio en la forma de organizar la enseñanza y el aprendizaje.

De acuerdo con Martínez Martín (2008, 228):

No se puede desconocer que hay una preocupación relacionada a la educación virtual y como se ejerce la docencia en el actual escenario, existe en muchos casos un rígido androcentrismo que tiende a interpretar las perspectivas de genero con una injerencia más bien ideológica e incluso doctrinal en cada una de las disciplinas, adaptándose a las dinámicas desde un particular punto de vista, por supuesto que hay excepciones.

En concreto y a modo de resumen, la excelencia en una educación virtual no será tal si a ella no se incorpora una excelencia inclusiva que finalmente erradique o más bien logre erradicar todo aquello relacionado con discriminaciones por razón de sexo y contemple una perspectiva clara no androcéntrica del conocimiento.

Existe un artículo muy interesante que se tituló “La Memoria”, en la cual Amelia Valcárcel señalaba que «solo lo aprobado como significativo se conserva» (687), el resto tiende a olvidarse.

La reflexión al respecto invita a pensar que todas aquellas desigualdades que se da entre mujeres y hombres no adquieren un status significativo y desde este punto es su recurrente olvido y porque no decirlo su devaluación constante.

El reto es conseguir la igualdad de género, que la teoría feminista y la perspectiva de género obtenga un posicionamiento tal que permita abordar el reto más bien conceptual que supone desvelar el sesgo androcéntrico que se oculta tras un conocimiento aparentemente neutral.

En términos de resumen el profesorado es un artífice en el sistema educativo, los cambios actuales, permanentes, vertiginosos, demanda una constante actualización, a su vez es necesario un cambio efectivo en las aulas virtuales, un cambio que refleje un lenguaje y forma de relación diferente, que sea visible en cada recurso educativo y materiales didácticos, un cambio que impregne el currículo, todas las áreas, contenidos, desde lo conceptual, procedimental y actitudinal, este paso es clave para dejar de anidar todo lo relacionado al androcentrismo.

Carola Ubilla Briones

Ingeniera Industrial
Ingeniera Comercial
Doctora (c) en Educación
Magister en Educación
Master en Gestión Empresarial MBA de la Universidad Federico Santa María.
Directora de Escuela de Administración

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