La Escuela de Diseño de Universidad UNIACC está realizando desde 2017, capacitaciones a centros educacionales de alta vulnerabilidad y es parte de un proyecto de vinculación con el medio de la Escuela. Actualmente se está trabajando con dos establecimientos en Recoleta; con el Centro Educacional José Miguel Carrera y la Escuela Marcela Paz.
Las capacitaciones son hechas por egresados y egresadas de la carrera. Entre ellas, Darcy Rivas quién es una de las profesoras y que se tituló de Diseño Gráfico Multimedia en 2019 con un proyecto de fotografía y 3D llamado Ciklocam.
Darcy, en conjunto con otro egresado de la Escuela, están capacitando a profesores de centros educacionales para mejorar la relación con los estudiantes, a través de la comunicación visual, la comunicación no verbal y también con proyectos de tecnología como apoyo a la docencia.
“El objetivo principal era aumentar la confianza de los profesores mejorando la buena comunicación entre ellos y los estudiantes. Bajo ese análisis trabajamos ciertos elementos específicos, que son parte de la comunicación visual, y que a los profesores les ayuda a poder disminuir la carga de información que entregan a los estudiantes, la cual en general causaba su aburrimiento”, sostiene Darcy Rivas.
“Estas herramientas visuales, que son pequeños guiños, en su conjunto generan una fuerza visual importante. Son los elementos que ayudan a que el alumno sienta más confianza con su profesor y que se genere esta relación de buena comunicación entre los estudiantes y el profesor”, señala Rivas.
En relación a por qué se había tomado la decisión de trabajar con estos colegios en específico, Sandra Moreno, directora de la Escuela de Diseño manifiesta: “Nuestra energía se dedicó a buscar este tipo de colegios precisamente, porque en el fondo es un colegio que de alguna manera son centros educacionales que pertenecen a municipalidades y en general no manejan recursos para estas capacitaciones, que son muy caras”, y agrega: “Ellos no iban a tener acceso a esta capacitación, que es realmente un lujo, y que desde ya les está permitiendo mejorar la comunicación visual”.
Darcy cuenta lo enriquecedora que fue para ella realizar las capacitaciones a profesores: “La verdad es que fue bastante grata la experiencia. Ellos muy respetuosamente y con mucha atención recibieron toda la información, intente ser lo más didáctica posible porque yo sé que es información que se podría considerar que es un poco difícil de adquirir y adoptar, sobre todo en un grupo de ellos, generaciones más antiguas, que no manejan tanta tecnología, por ese lado recibí varias preguntas muy específicas sobre cosas más tecnológicas, modernas”.
Fue muy importante recibir su retroalimentación: “Por lo general el feedback fue que era muy interesante, que es información que ellos no conocen y que les sirve mucho para irse poniendo al corriente con lo que se está haciendo hoy en día. También están muy agradecidos por la oportunidad, sobre todo de seguir aprendiendo y seguir avanzando en el desarrollo académico”.
La necesidad de aplicar las nuevas tecnologías está siempre y es una práctica que debería mantenerse, pero muchas veces el tiempo no da o no se cree realmente necesario. Con la pandemia, los docentes más reacios a la tecnología debieron abrazarla y hacerla parte de su día a día, ya no había opción.
Darcy reflexiona que “si ellos no hubiesen tenido este choque entre su forma antigua de enseñar con la nueva que estamos trabajando, quizás hubiese sido más complicado entregarles el material y la información”, a lo que agrega: “Profesores cerca de la jubilación tuvieron que entrar a todo este sistema virtual, me imagino que debe ser un choque muy fuerte para ellos, es un poco estresante, pero esta información igual les ayuda y les va a ayudar a ir haciendo más afín esta nueva tecnología que tienen que ir adquiriendo”.
Sandra Moreno se une a esa reflexión y sostiene: “Ahí está nuestro principal apoyo y desafío, porque nos enfrentamos con profesores que no han sido capacitados en esto, que trabajan con otra sinergia y si es que recibieron capacitaciones anteriormente, se capacitaban, pero como después volvían a su zona de confort, seguían trabajando de la misma manera que lo habían hecho por años. Por lo tanto, la capacitación quedaba en la capacitación, en el acta, en la firma y la estadística, pero no se veía reflejado en un aprendizaje real, por eso es importante que ahora, en esta pandemia, existe un mejor momento para hacer estas capacitaciones porque el profesor tenía que aprenderlo y tenía que aplicarlo”.
En la Escuela de Diseño se imparten talleres libres, que no están en la malla y sobre temáticas aledañas, con el profesor Alfredo Da Venezia y de estos se crea un grupo de alumnos y alumnas de los cuales hay varios que son parte de este proyecto de vinculación con el medio.
“Hay una serie de alumnos, pero hay unos pocos que siguen hasta la última fase de estos proyectos. Estos alumnos, es como si sacaran un diplomado en estos temas, porque se hacen expertos en un tema específico a parte de su título profesional. Entonces ellos, que están tan bien preparados y cumplen con el perfil de egreso que es un perfil bien particular que no solamente tiene que ver con los conocimientos conceptuales y procedimentales, sino que tiene mucho que ver con los actitudinales, cómo me relaciono con mis pares, cómo soy un líder positivo, cómo soy capaz de generar equipos de trabajo. Todos estos alumnos tienen esa parte actitudinal muy bien implementada, muy bien desarrollada, que de alguna manera los hace líderes en sus equipos de trabajo, en su mismo curso, donde hicieron sus prácticas profesionales, insertos como profesores de la Escuela y en sus lugares de trabajo”, nos cuenta Moreno.
Sandra agrega: “Es un perfil de estudiante muy lindo que no solamente es algo de saber hacer, sino que es saber ser, que para la Escuela es tremendamente importante, incluso más importante porque todo el resto se aprende, pero toma mucho tiempo en generar esta suerte de personaje mágico que tenemos en la Escuela”.