Currículum y justicia social, un desafío para la gestión pedagógica

La labor docente ha transitado por diferentes escenarios, cada uno de ellos determinados por tiempos e intenciones de quienes establecen el quehacer pedagógico, en los cuales se han ido adquiriendo nuevos desafíos y requerimientos, dentro de estos se encuentra la gestión del currículumTe puede interesar: En la búsqueda de un trabajo.

Actualmente se necesita una gestión transformadora y participativa que esté en congruencia a la sociedad actual, que se adapte a los cambios en cuanto a tecnología, relaciones entre profesor-estudiante y fines educativos.

Currículum y justicia social 

La pregunta que surge entonces es ¿Cómo nuestra gestión pedagógica incide en la justicia social y el currículum?

Para responder esta interrogante es importante saber que el término currículum lo podemos definir como un ente organizador del quehacer educativo, el cual debe estar orientado a propósitos claramente definidos, que transciendan la mera reproducción cultural y faciliten el progreso de la sociedad. 

Parte de este progreso es la adaptación natural que realiza la sociedad frente a las nuevas demandas. En el caso particular de la educación estas se sitúan en el contexto sociocultural de las personas, en donde se observan transformaciones comunicativas, familiares y laborales.  

En este ámbito es posible señalar que el documento camina hacia una perspectiva enfocada en la práctica, la transformación y una crítica constante de aquello que formamos como sociedad. Donde el rol docente se desenvuelve con la misión implícita de mediar entre la cultura escolar y la cultura experiencial de los estudiantes.

Ser docente hoy en día implica un acto de rebeldía, pero descifrar si esa rebeldía es consciente o no, es una misión compleja. Definir el quehacer docente o establecer marcos con relación a cómo debe operar se contrapone al rol dinámico que finalmente se ejerce. 

El cual se transforma y adapta, en una constante iteración, convirtiendo a los docentes en sujetos anfibios que asumen que deben transitar entre lo terrestre que para este caso puntual será lo formal mediante normas y directrices, para luego desenvolverse en el agua que para este ejemplo será la sociedad.

Los centros educativos desde educación preescolar a la universitaria se convierten de esta manera en nichos de transformación, donde a través del intercambio de experiencias, la cultura y los intereses sociales se unen y disocian de manera continua. 

En este punto el rol docente se establece como agente facilitador, tanto de procesos cognitivos como sociales, adecuando su actuar al contexto en el cual se desenvuelve. Participando, pero a la vez adoptando un posicionamiento ante lo que requiere a sociedad.

La vinculación entre la justicia social y el contexto escolar aumenta en tensión mientras más nos instruimos y logramos visualizar los intereses de quienes ostentan el poder y determinan aquello que debemos hacer. 

Por tanto, al cuestionarnos sobre ¿Cómo nuestra gestión pedagógica incide en la justicia social y en el desarrollo del currículum? Nos proponemos entender que la transformación también es educación, que necesitamos una educación que se ocupe de manera práctica de aquello que convoca a la comunidad y que hoy en día gira en torno a tres ejes, calidad, equidad e inclusión. 

Entonces la gestión pedagógica incide en mejoramientos sociales como agentes de cambio para aspectos económicos, políticos y culturales. 

Esto mediante una formación participativa, creadora, y critica, orientada a una liberación de la injusticia social presente en la historia de vida y experiencia académica de tantas personas, quienes han visto afectada su formación a partir de su condición socioeconómica o nivel cultural.

Frente a la pregunta que da origen a estos pensamientos sobre rol docente, resumen curricular y justicia social señalo que de acuerdo a mi punto de vista la gestión pedagógica que desarrollamos los docentes incide enormemente en cuanto a la justicia social. 

Más aun cuando le otorgamos a nuestros estudiantes la posibilidad de crear, instancia en la que se integra el capital cultural que tienen nuestros educandos con los nuevos conocimientos que se desarrollan en la universidad. Dando paso a una pertinencia curricular y una significancia en los aprendizajes.

 

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Johanna Godoy Cerda

Doctora (c) en Educación

Mg. Dirección y Liderazgo para la Gestión Educativa

Docente Facultad de Administración UNIACC